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Foto del escritorGerman Alejandro Romero

De tercero a primero, ¿Hay explicación?

El domingo 22 de octubre, pasadas las nueve y media de la noche, se conocieron los primeros datos oficiales de la Cámara Nacional Electoral, y al igual que en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto, esta elección general también conllevó una gran sorpresa a la sociedad en su conjunto.

En las PASO, la novedad fue que el candidato liberal libertario, Javier Milei, ante todo pronóstico de las encuestas, se coronó como el ganador, no solo como el candidato más votado, sino que su partido, La Libertad Avanza, fue el espacio político también más votado. Dejando a Juntos por el Cambio en segundo lugar y a Unión por la Patria, coalición oficialista, en el tercero.

Sin embargo, en las elecciones del pasado domingo 22 de octubre, la novedad fue que el candidato del oficialismo, Sergio Massa, logró consagrarse como ganador del proceso electoral, seguido por Milei y en tercer lugar la candidata de Juntos por el Cambio. Ante este nuevo escenario, habrá que definir en segunda vuelta el domingo 19 de noviembre quién será el próximo Presidente de la República. Además, cabe hacerse la pregunta ¿Qué cambió? ¿Cómo fue que Massa pasó del tercer lugar en agosto al primero en octubre?

En las PASO, Sergio Massa había obtenido individualmente 5.277.538 votos, mientras que su rival de coalición, Juan Grabois había obtenido tan solo 1.441.504 de sufragios. Es decir que, si miramos a la figura de Massa, él logró hacerse con el 21.43% del total de votos, pero si miramos a toda la coalición de Unión por la Patria, ésta alcanzó los 27.28%.

Entonces, ¿Cómo fue que Massa pasó de esos más de 5 millones de votos a obtener 9.645.983 (con el 98,51% de las mesas escrutadas)? A nivel porcentual, esto quiere decir que, en tan solo dos meses, Unión por la Patria logró subir casi 10 puntos, pasando de 27,2% a 36,6%. Hay que tener en cuenta varios factores al momento de responder esta incógnita.

El primero de esos factores es el nivel de participación. En las PASO, el 70% del padrón electoral fue a ejercer el voto, mientras que en las elecciones generales del 22 de octubre ese porcentaje de participación trepó al 77%. Es decir que, en la última elección, más de 2.2 millones de personas más fueron a las urnas. Y en línea con este factor, cabe destacar que el porcentaje del voto en blanco disminuyó pasando de 5,4% en agosto a 2% en octubre.

El segundo factor son los votantes de Horacio Rodríguez Larreta, quien había perdido la interna de Juntos por el Cambio ante Patricia Bullrich en las PASO. En esa elección, Larreta había obtenido 2.756.375 de votos, es decir el 11,19% del total de sufragios. Lo destacable de estos votos es que la mayoría, 2.1 millones, fueron a Bullrich, pero aparentemente los 628.000 votos restantes fueron a parar a otro candidato, Juan Schiaretti (que pasó de 3.71% en agosto a 6.78% en octubre).

El tercer factor, que en este caso pasa a ser una constante más que una variable, es el porcentaje de Milei. Tanto en las PASO como en la elección general, sacó casi 30 puntos, por lo que no perdió, pero tampoco ganó.

El cuarto y último factor, fue la campaña durante los últimos dos meses. Por un lado, el espacio de Milei presentó distintas visiones en diversos temas como por ejemplo la relación con el Vaticano y el papa. Un miembro del equipo técnico del liberal libertario sugirió romper relaciones diplomáticas con el Estado papal. Luego, Milei salió a aclarar que no se iría por ese camino. Como estas cuestiones hay muchas más. Sumado a esto, la campaña llevada a cabo por Unión por la Patria se centró en generar miedo en la sociedad, ¿Cómo? Afirmando que si gana la “derecha” (Milei) habría una “disolución nacional”, o que si gana La Libertad Avanza, se perderían derechos, subsidios, etc. Estos últimos no solo serían mostrados y mencionados en actos de campaña, sino en el propio transporte público que no son propiedad del gobierno, sino del Estado argentino.

Con estas cuatro cuestiones, lo que se observa fue que, el fenómeno Milei, innovador y rupturista al mismo tiempo, sumado a la campaña del miedo que llevó adelante el gobierno con los instrumentos estatales, generaron una fuerte incertidumbre en la sociedad argentina. Por lo que, los 2.2 millones de personas que fueron a votar en octubre que no habían votado en agosto, destinaron su sufragio a partidos más de centro. Eso explica no solo el crecimiento de Massa, sino también el de Schiaretti.

Como última conclusión, se observa que la sociedad argentina es muy vulnerable a afirmaciones temerarias y que una parte de la sociedad que busca un cambio a la situación actual, pretende que dicho cambio no sea tan radical como lo que propone Milei y en menor medida lo que propuso Bullrich. Eso explica por qué Milei mantuvo su porcentaje de votos mientras que los candidatos de centro y centro-izquierda (Schiaretti y Massa respectivamente), mostraron un mejor rendimiento con respecto a las PASO.

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