Con un Sergio Massa mucho más asentado y preparado estratégicamente para el mismo. Su carrera y trayectoria política en la vida pública lo llevó a un mejor posicionamiento discursivo en el debate, más allá de la relevancia o el contenido de las propuestas que esgrimían ambos candidatos.
Massa llevó el debate hacia su terreno.
El primer bloque comenzó con el foco puesto en la economía, en educación y las relaciones de argentina con el mundo. Siendo la economía uno de los asuntos más delicados para el gobierno que acompaña Sergio Massa, se vaticinaba un escenario propicio para que Javier Milei sacara a relucir la crisis económica que atraviesa el país dentro de la gestión del actual ministro de economía. Sin embargo, la táctica usada por el candidato de Unión por la Patria apuntando concretamente a preguntas incisivas hacia Milei y anticipándole una presunta respuesta por “sí” o por un “no” tajante, hicieron dejar de lado dichos planteamientos, mostrando al candidato libertario sumergido en este juego estratégico que Massa le propuso.
“Javier, por sí o por no, te quiero preguntar: en el programa de Feinmann dijiste que ibas a sacar los subsidios. Los vas a sacar, ¿sí o no?”.
Fue uno de los tantos cuestionamientos del actual ministro de economía, asociadas en este caso a los intereses de diversos sectores sociales en cuanto a los subsidios al transporte y el posible aumento que podrían sufrir las tarifas en caso de un recorte de la subvención a las empresas de transporte. Por otro lado, y manteniendo esta imposición dicotómica por sí o por no, Massa siguió cuestionando otras de las propuestas de Milei. Tanto los vouchers escolares junto con la presunta privatización de la educación pública e incluso la propia dolarización y la eliminación del Banco Central, lograron arrinconar al candidato de la Libertad Avanza quien entró en el esquema planteado por el candidato de Unión por la Patria descolocándolo del debate y provocando en el mismo una reacción de “enojo”.
“Vos sos un mentiroso, en engañar y asustar a la gente como lo hiciste. Con vos como ministro de Economía, cayeron un 33 por ciento los ingresos”.
Fue una de las frases de Javier Milei achacándole a Sergio Massa la campaña negativa contra sus propuestas. Afirmó también su intención de cerrar el Banco Central y ponerle fin a la inflación en la argentina.
“Voy a terminar con el Banco Central (BCRA), que es el origen de la inflación. Esta es la forma en la que ustedes nos roban a nosotros”.
Otra de las cuestiones a destacar fue su respuesta en cuanto al polémico proyecto de arancelar las universidades y el impacto social que ello supondría. En dicho punto, Milei, no dejó pasar la oportunidad de recordarle al ministro de economía quien, desde sus inicios en la política, siendo militante de la “Ucede” e incluso tiempo después desde su propio partido, el Frente Renovador, propuso arancelar las universidades del país. “A corto plazo no voy a arancelar. Después, voy a darle los recursos a la gente para que decida a qué universidad quiere asistir. Acordate que vos decías y proponías lo mismo de joven”, argumentaba el candidato libertario.
Estas cuestiones dejaron entrever la habilidad política de un Sergio Massa con mayor experiencia, quien supo, con un lenguaje mucho más concreto y más cercano a la gente de a pie, poner en aprietos a su contraparte yendo al hueso de sus propuestas y los efectos que las mismas podrían generar.
Dicho momento fue desaprovechado por Milei quien no pudo contestar por sí o por no a las preguntas de Massa, entrando en un juego que le permitió al “súper” ministro eludir gran parte del debate en cuanto a la economía y su responsabilidad en la delicada situación que la misma atraviesa. Perdiéndose la oportunidad de “atacarlo” argumentativamente en cuanto a los altos niveles de inflación, la falta de combustibles, la falta de medicamentos e insumos para la salud, el aumento de la pobreza y otro tipo de cuestiones que se le achacan al candidato del oficialismo.
Por otra parte, otro de los ejes que se trataron fue el correspondiente a las relaciones de Argentina con el mundo. El líder libertario con poco conocimiento práctico a cerca del funcionamiento del comercio exterior y la regulación del mismo. Con ideas muy poco concretas sobre su noción a cerca de las relaciones comerciales con otros Estados. Con Sergio Massa que nuevamente aprovechó su oportunidad y mostró las debilidades del candidato liberal en estas áreas, recordándole sus intenciones de querer romper relaciones bilaterales con países como China e incluso Brasil, siendo estos dos los principales socios comerciales del país. Ante esta situación, Milei, no tardó en manifestar su apoyo internacional a Estados Unidos e Israel.
“No vamos a plantear relaciones con aquellos que no respetan la libertad individual y la paz. De ellos, no quiero saber nada. Mis aliados van a ser Estados Unidos, Israel y el mundo libre”
Sentenció el candidato. También afirmó que si bien el Estado argentino, no negociaría con alguno de dichos países eso no les impediría a las empresas privadas comercializar con quienes quieran, o incluso, de no poder hacerlo, podrían recurrir a otras empresas o Estados.
Lo que dejó el primer bloque.
Massa se impuso en el terreno menos pensado y donde se encontraba con mayores dificultades debido a su delicada gestión en la cartera de economía. Con preguntas dicotómicas, provocativas, imponiendo las reglas del juego, de las cuales, Milei no supo salir y perdió la chance de hacer una mejor performance.
Segundo bloque. Milei se recuperó, pero no le alcanzó y volvió a trastabillar.
Los debates que se plantearon, estaban relacionados a tres ejes. Producción y trabajo, seguridad y derechos humanos, y convivencia democrática.
Si bien Javier Milei recuperó terreno con argumentos más sólidos y con discursos más personales hacia la figura de Sergio Massa, no consiguió hacer pie en lo que refiere a seguridad y convivencia democrática.
Por un lado, intentó correr al candidato de Unión Por la Patria por la vía del “zaffaronismo” y el garantismo con la irrupción del kirchnerismo en la escena política, afirmando que “La inseguridad se hizo más fuerte con la llegada de Eugenio Zaffaroni”, junto con una política de seguridad donde los costos de delinquir se vuelven bajos e incentiva aún más la actividad delictiva. Con un discurso más disruptivo y de “mano dura”, Milei, profundizó en su idea de combatir la delincuencia con firmeza y sin puertas giratorias. El candidato expresó, “Creemos en aplicar la ley y que el que las hace, las paga. La clave tiene que estar puesta en que se cumplan las condenas, la actividad delictiva no se expanda y terminemos acostumbrándonos”. Este intento de correr por derecha a Sergio Massa no fue una de las mejores opciones para él. Recordemos, que el ex intendente de Tigre, tiene a su favor una buena gestión en cuanto a materia de seguridad en el municipio, separándose de la política que proponía el ex gobernador Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. Esto incluso, fue reconocido por el propio Javier Milei, “Cuando las cosas se hacen bien, yo las reconozco. Lo que has hecho en Tigre es bueno. Y querer extenderlo al resto del país es bueno”, declaró.
Un punto que sorprendió cuando el debate se orientó al eje de los Derechos Humanos, fue el hecho de que Sergio Massa no continuara con el juego de preguntas y respuestas hacia Milei para poner al mismo en una postura “defensiva” ante las acusaciones del candidato del peronismo. No hizo mucho hincapié en la última dictadura cívico militar, como tampoco en el número de desaparecidos y asesinados de aquella época. Tan solo mencionó la importancia de los Derechos Humanos y la condena a la represión. “La idea de Memoria, Verdad y Justicia, la idea del Nunca Más, el Juicio a las Juntas y la condena a represores son parte del patrimonio que a la Argentina se le reconoce en el mundo”, sentenció.
Mientras, el candidato de la Libertad Avanza, se sumergió en un discurso atacando al gobierno kirchnerista de los últimos años, junto con los graves hechos de corrupción que rodean a la administración K y a la propia familia kirchner. “Vivimos en una democracia fallida. Cuando el peronismo está en el poder, la democracia, de ser el respeto de las minorías, se convierte en la tiranía de las mayorías”, también se refirió al escándalo con el campo y el revuelo que tuvo dicha situación durante el primer gobierno de Cristina Fernández, “La lógica perversa del kirchnerismo nos dejó al borde de una guerra civil con la resolución 125”. Por último, fue crítico con la gestión actual de gobierno atribuyéndole un mal manejo de lo que fue la pandemia del Covid – 19, donde declaraba
“Este es un gobierno criminal, que cometió un delito de lesa humanidad con la cuarentena. Mientras el Estado te decía que te cuidaba, eso nos costó 90 mil muertos adicionales”
Conclusión.
Sergio Massa
logró imponer desde un primer momento su impronta y profesionalismo en la política. Planteó un escenario que inclinó el juego en su favor, trayéndolo a el propio Javier Milei hacia el mismo, distrayéndolo de lo importante, poniéndolo a la defensiva, con preguntas por blanco o negro, logrando sortear uno de sus puntos más débiles y críticos como es el caso de la economía. Posteriormente, si bien por momentos supo incomodar al candidato liberal en otros aspectos, decidió dejar de lado esta ofensiva contra Milei y moderó su discurso planteando ciertas medidas muy poco concretas que impulsaría en caso de ser gobierno, como es el hecho de la quita de impuestos a determinados sectores de la economía para generar nuevos puestos de trabajos, pero sin una política de estado de fondo que acompañe un crecimiento genuino del empleo en el sector privado.
Javier Milei
Por su parte, no supo poner en jaque al actual ministro de economía. No pudo presionarlo con la alarmante situación económica del país, sino que además se dejó llevar por los planteos del candidato de Unión por la Patria, aceptando sus reglas de juego y perdiendo con ellas. Posteriormente pudo repuntar en el segundo bloque, pero poco pudo hacer cuando en materia de seguridad se estaba discutiendo. Milei adoptó un discurso anti kirchnerista, reavivando el fantasma del mismo. Sin darse cuenta, que dicha estrategia, fue la que llevó a Patricia Bullrich y a Juntos por el Cambio a quedar fuera del ballotage. La oposición nunca logró entender a lo largo de esta campaña, que los votantes de Massa, muchos de ellos por lo menos, no ven en su figura una continuación de las políticas kirchneristas, y ni siquiera a la propia Cristina moviendo los hilos detrás de escena. El discurso de la grieta entre “kirchnerismo” y “anti kirchnerismo” caducó, y así lo mostraron los resultados de estas elecciones. Solo queda aguardar los resultados del domingo 19 y esperar que el pueblo se exprese en las urnas una vez más.
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