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Foto del escritorGiuliana Bruzzese

Ucranizar argentina: Ucrania, Elecciones Generales y la oportunidad de sumar un nuevo aliado

El día martes 26 de septiembre, desde la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Abierta Interamericana, tuvimos el agrado de recibir a Oleksandr Slyvchunk y Alina Rógach, expertos y académicos ucranianos de la fundación “Centro de Diálogo Trasatlántico”, quienes realizaron un análisis político internacional sobre la perspectiva global de la guerra e invasión de Rusia a Ucrania.

El conversatorio dio lugar a multiplicidad de incertidumbres y expectativas que desde Europa se proyectan hacia América Latina en la búsqueda y oportunidad de fortalecer y suscitar relaciones entre Ucrania y el continente en el marco del conflicto subyacente en Europa del Este.

La iniciativa, a cargo de Slyvchunk y Rógach, tuvo como eje focal fragmentar el conflicto para poder ahondar en su inicio, sus principales efectos, los objetivos detrás de la invasión y la guerra, y la esperanza de que más países denuncien e informen las consecuencias a raíz del enfrentamiento bélico.

Esto último resulta revelador, dado que, como bien informó Oleksandr, Argentina apela a la neutralidad, tal y como otros países de la región Sudamericana, pero a diferencia de nuestros vecinos, nuestro país posee una evidente propensión prorrusa. Siendo uno de los países de la región que aún no ha vuelto a abrir su embajada en Ucrania, pese a que Brasil sí lo ha hecho y las condiciones son óptimas para que vuelva a operar en el país.

Sin embargo, hay que puntualizar que el gobierno, a través de su portavoz, condenó la invasión de Rusia a Ucrania en reiteradas ocasiones. Pese a ello, no han adherido a la "fórmula de la paz" impulsada por Zelensky para poner fin a la guerra. Y según el presidente ucraniano en una charla que dictó en la Universidad de Buenos Aires el 5 de julio de 2023, no ve relaciones estrechas entre Argentina y Ucrania. “Me gustaría que tuviéramos más comunicaciones entre nuestros gobiernos y pueblos”, agregó tras su declaración.

Aun así, Argentina continúa enviando ayuda humanitaria a Ucrania y el presidente Alberto Fernández ostenta que “Ucrania siempre podrá contar con el apoyo de Argentina”, según sus propias palabras.

No obstante, la situación se ha ido agravando en el último tiempo. Los bombardeos y enfrentamientos se han vuelto incesantes, y los objetivos de éstos ya no son puntos logísticos (como fuentes de suministros bélicos, centros militares o contra grupos comando puntuales) sino que muchos de los ataques registrados por parte de Rusia apuntan a sitios declarados como patrimonio cultural ucraniano, fuentes de suministros y abastecimiento para los civiles en Ucrania, y las bajas registradas de civiles no armados aumentan día tras día, así como denuncias por violaciones, detenciones ilegales y delitos de guerra.

Para Oleksandr Slyvchunk y Alina Rógach la ayuda humanitaria es un punto fundamental en la ecuación Argentina - Ucrania, pero si la presión de Rusia en los diversos organismos internacionales neutraliza todo tipo de sanciones arbitrarias que buscan penar conductas indebidas e injustificadas, este tipo de colaboraciones terminan siendo insuficientes. Por ese motivo es que apelan a un cambio de política exterior en América Latina, sobre todo, esperan ansiosos el resultado de los comicios que se celebrarán en el Cono Sur, especialmente en el caso de nuestro país, donde uno de los candidatos a presidente destaca por tener una aspiración política más occidental – paneuropeísta, lo que podría resultar en un nuevo aliado para Ucrania, uno que podría ser profundamente “anticomunista”.

Lo que nos interpela el día de hoy es comunicar las propuestas sobre Política Exterior, en el marco de la guerra Rusia – Ucrania, de los actuales candidatos a presidentes.

Por un lado, Javier Milei, economista y actual diputado por La Libertad Avanza, ha declarado en reiteradas ocasiones que no se posicionará a favor de regímenes que atenten contra la libertad, ni “hago pactos con comunistas”, expresó para Televisión Pública Noticias.

Asimismo, hace unos meses en el programa de análisis de actualidad “Oppenheimer Presenta”, fue abordado respecto a su posicionamiento en la guerra Rusia – Ucrania, a lo que respondió: “Condené públicamente el accionar de Rusia. Jamás voy a apoyar un régimen autócrata como el de Rusia”. También agregó que, de ser presidente, se uniría a las sanciones económicas contra el presidente ruso. “Nosotros estamos dispuestos a apoyar al mundo civilizado. Estamos dispuestos a defender los valores de la libertad, los valores de la democracia en todo el mundo”. Cuando fue consultado por el entrevistador sobre proporcionar instrucción y entrenamiento militar a soldados ucranianos, añadió: “Haremos los aportes necesarios y que podamos brindar desde nuestro lugar”.

Para Milei, quien resultó ser el candidato con mayor caudal de votos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, la neutralidad no es una opción cuando se trata de defender las democracias occidentales y lo que éstas representan.

De igual forma, los candidatos a presidentes de los diferentes espacios mostraron su apoyo a Ucrania y condenaron el accionar ruso, entre ellos encontramos a Massa, actual Ministro de Economía, abogado y político argentino.

Sergio Massa fue de los funcionarios ‒del actual gobierno‒ que más severo se mostró ante la invasión y el conflicto. Algunas de sus declaraciones, que datan de febrero de 2022, advertían “es uno de los hechos más graves de las últimas décadas”, así también se refirió a la invasión como “una agresión unilateral del presidente Putin”, sugiriendo que el presidente ruso ponía en peligro al resto del mundo, desestabilizando a Europa y Ucrania en el proceso.

Asimismo, hace poco más de un año, Massa mencionó en una entrevista presidida por Eduardo Feinmann ‒entonces periodista de La Nación‒ que la invasión de Rusia a Ucrania tenía un alto costo energético, que no sólo afectaba a los actores en cuestión, sino que, además, generaba una tracción sobre la economía regional y, más específicamente, sobre las exportaciones argentinas de trigo, maíz y soja, y sobre las importaciones del gas. Frente a lo dicho, Feinmann presionó al candidato a responder sobre la guerra, demandando su perspectiva, a lo que el entonces presidente de la cámara de diputados expresó: “Fui claro desde el primer minuto. Condené la invasión de Putin a Ucrania; lo planteé públicamente”, e hizo eco evidenciando su distanciamiento de la posición más “tibia” del resto de funcionarios, añadiendo que se “generó inclusive alguna repercusión porque parecía que era una posición muy dura para lo que era, en ese momento, la posición oficial de Argentina”. Conjuntamente, invitó al periodista a buscar archivos donde él expresaba tener “matices” con la actual gestión en temas como Ucrania, Nicaragua, la “liberación de presos” y “cómo resolver el tema de la deuda”, señalando que aquello supone conformar una colisión de gobierno.

A pesar de lo mencionado, de cara a las elecciones y ante los reproches de su mala gestión como Ministro, Massa se ha empeñado en condenar la guerra recriminando que ésta perjudicó gravemente a Argentina. Tanto fue así que, en el segundo día de la Cumbre del G20, presentó en la sesión sobre Arquitectura Financiera Internacional, Finanzas Sostenibles e Infraestructura, la urgencia de trabajar con alternativas de financiamiento, recriminado los daños económicos de la guerra que “no sólo ponen en peligro la recuperación a corto plazo, sino que socavan la capacidad de los países para cumplir los objetivos de desarrollo a largo plazo”

Este discurso fue replicado ante el Comité de Desarrollo del Banco Mundial en Estados Unidos, agregando que “el impacto de los precios de la guerra le generó a nuestro país un costo de 5000 millones de dólares”. En esta ocasión, sus dichos no pasaron por alto dada la cifra desorbitante que indicó, por lo que varios expertos, utilizando el presupuesto presentado por el INDEC, desmintieron la información, señalando que la cifra oficial es diez veces menor que la presentada por el ministro. Simultáneamente, tantos otros se mostraron disconformes por la constante mención de la guerra como factor principal de los problemas en Argentina, alegando que el gobierno sólo mencionaba el conflicto para “hacer campaña”.

Massa, por su parte, no respondió las acusaciones, y se concentró en focalizar la discusión alrededor de una política exterior "pragmática", basada en intereses nacionales, fortaleciendo las relaciones que Argentina viene trabajando, aprovechando al máximo su incorporación a los BRICS, “conquistando nuevos destinos de exportación" para que se "negocie acuerdos comerciales que sean beneficiosos para los argentinos y las argentinas", según sus expresiones.

Por último, Patricia Bullrich, política y líder de la coalición Juntos por el Cambio, fue de las candidatas que mostró una mayor contundencia en redes sociales ante el hecho, acusando al gobierno de posicionarse “del lado equivocado de la historia, cerca de las dictaduras y lejos de las democracias”, refiriéndose a la invasión como “ilegal, injustificada y no provocada”.

Desde que la guerra se oficializó, Patricia no dudó en reprocharle a Alberto Fernández su disgusto al no “acompañar” la declaración de la Organización de los Estados Americanos, redoblando la apuesta al lanzar una convocatoria para que dirigentes de todo el mundo viajaran a Kiev, a tan sólo días de la invasión, para realizar una jornada por la paz. Claramente, como todo lo anteriormente relatado, las pullas y declaraciones, a medida que el tiempo pasaba, quedaron en el olvido. A un año del suceso, la única referencia con la que contamos sobre la guerra es un video de personalidades de todo el mundo mostrando su apoyo a Zelensky, donde se destaca un mensaje por parte de la candidata a presidente, en el que exhibe: “Condenamos el crimen de guerra de la voladura de la represa de Kakhova en territorio ucraniano. Instamos a Rusia a respetar el derecho internacional y a cesar con su invasión” En la actualidad, Bullrcih no ha vuelto a referirse a la invasión, por la salvedad de una foto en la que participa, junto a Massa y Milei, mostrando su apoyo por Ucrania en la Embajada del país, en Argentina.

Para Patricia, los argentinos deben aspirar a una política exterior más occidental, alejada de países como los que integran los BRICS. “Creemos que el mundo tiene dos dimensiones. Una, que tiene que ver con la democracia, con los valores, en la que la democracia es parte de la vida de las sociedades, como Estados Unidos, Europa, Israel, una parte importante de América Latina y otro mundo que tiene una mirada más autocrática”, dijo en AmCham Summit a principio del corriente año.

A modo de reflexión, invito a pensar en términos de la realpolitik, cuestionándonos si obtendríamos un beneficio real en términos de intereses y soberanía nacional al posicionarnos de un lado o del otro del conflicto. ¿Qué es lo que nos ofrece cada actor a cambio de nuestro voto? ¿Es indispensable? ¿Provechoso?

La política internacional es un escenario de crudeza absoluta, donde cada palabra, cada paso, nos orilla o distancia de un enfrentamiento futuro. Argentina cuenta con múltiples reclamos activos en términos de soberanía. ¿Cuál de estos actores respalda y eleva nuestros propios intereses? ¿Cuál de ellos no lo hace?

Pensar la política es pensar en beneficios, más allá del deseo deliberado y las insistencias que pueden existir en búsqueda de que tomemos partido.

Hoy día Argentina, a mi entender, se encuentra mucho mejor lejos de todo conflicto. Sin embargo, como ya lo han expresado nuestros políticos y funcionarios, el pueblo jamás se muestra indiferente al dolor y las injusticias que degradan las libertades y los valores democráticos, por lo que nos es preciso continuar brindando ayuda humanitaria, tanto y cuánto nuestra economía nos permita, manteniendo nuestras fronteras abiertas para refugiar a todos aquellos que, víctimas de intereses ajenos, escapan del hambre, la miseria y la guerra, como siempre hicimos y como continuaremos haciendo.

El pueblo argentino se ha enriquecido enormemente de aquellos individuos que han construido y pensado un futuro mejor para ellos, engrandeciendo nuestra Patria en el proceso. Y aunque exista cierta simpatía diplomática con Rusia, debemos ser tajantes respecto a la guerra y las amenazas de represalias como instrumentos de poder; los enfrentamientos, bajo esta premisa, solo pueden continuar escalando.

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